Las drogas ilícitas constituyen la tercera industria más
rentable del mundo, según un informe de Naciones Unidas, después de la
industria alimentaria y el petróleo, con un valor estimado de 450.000 millones
anuales completamente bajo el control de los criminales.
Un ejemplo claro de lo lucrativo y significativo que
resultaría para el Estado que se legitimen las drogas es lo que ocurrió en los
Estados Unidos cuando se legalizó el cigarrillo y la empresa Philip Morris se
consolidó como una de las principales tabaqueras del mundo. Actualmente, se
calcula que más de 7 billones de dólares son los ingresos que esta compañía
genera para ese país. No sabemos con exactitud si al legalizar las drogas entre la misma plata o más, ya que el negocio con narcóticos siempre ha vendido más
y recibe altas cantidades de dinero. Pero, lo que si es evidente es que la
cifra que dejaría en nuestro país la legalización sería cuantiosa y bastante llamativa
para el Estado.
Los flujos económicos generados por la producción y el tráfico de cocaína se aproximan a los 13, 6 billones de pesos anuales (7.500
millones de dólares). Es inevitable reconocer que el dinero que deja el
narcotráfico para Colombia es muy representativo, tanto así que en una época se
llegó a decir que al país le entraban de 18.000 a 25.000 millones de dólares a
causa del narcotráfico, es decir, casi el 50 % del Producto Bruto Interno. No
es ningún secreto que para el Estado sería un gran beneficio apoderarse de este dinero a través de la legalización de las drogas, pues enriquecerse en este momento es lo más importante para el Gobierno, como dice el refrán: Primero son mis dientes que mis parientes.